domingo, 28 de enero de 2018

Hay futuro para la Recuperación?

La recuperación se ha convertido en un tema candente en todas las discusiones contemporáneas sobre Rehabilitación Psicosocial. El concepto ha sido discutido exhaustivamente en su significado y sus implicaciones para los servicios. Los servicios "orientados a la recuperación" son una nueva forma de evaluación y la "orientación de recuperación" se ha convertido en el marco oficial en el que muchas organizaciones líderes trabajan y promueven, incluida la OMS.
Por otro lado, algunos se mantienen escépticos y se preguntan si es "vino viejo en botellas nuevas".
Le hemos pedido a Larry Davidson, una opinión líder sobre recuperación, una reflexión sobre este tema y ha aceptado dar una conferencia en Madrid 2018.
Este es el resumen que nos ha enviado.
Larry Davidson. Universidad de Yale. USA.

"Esta presentación comienza con y reflexiona sobre las implicaciones de la declaración hecha por William Anthony, un destacado defensor de la recuperación de la salud mental, que" Nadie debería ser considerado demasiado ciego para aprender Braille".
Comenzamos reconociendo que el campo de la salud mental actualmente opera con dos significados diferentes del concepto de "recuperación".
Si bien la sensación clínica tradicional de haberse recuperado de una enfermedad mental grave existe desde el siglo XVIII, el significado más reciente de vivir una vida plena, autodirigida y con una enfermedad mental en curso surgió del movimiento internacional de usuarios/supervivientes de salud mental, a fines de la década de 1980.
Basado en un marco de derechos de discapacidad, este nuevo significado de recuperación ha generado un movimiento propio, prometiendo llevar los servicios de salud mental más allá de la reducción de síntomas a una restauración del funcionamiento y la inclusión de la comunidad frente a una discapacidad psiquiátrica.
Sin embargo, este nuevo significado de recuperación está en peligro en la actualidad, de ser descartado al plantearse como responsabilidad exclusiva de la persona y / o como irrelevante para la atención de la salud mental.
Esta presentación aboga por la complementariedad entre los dos sentidos de recuperación y por preservar un papel viable para la "recuperación personal" al incorporar los determinantes sociales de la salud mental en los esfuerzos por crear comunidades más solidarias e inclusivas, que comprendan una interfaz entre los conceptos de recuperación personal y ciudadanía. ______________________________________
Larry Davidson, Ph.D.
Profesor de Psiquiatría
Director, Programa de Recuperación y Salud ComunitariaDiplomado de Medicina e Institución para Estudios Sociales y Políticos Universidad de Yale.

jueves, 11 de enero de 2018

DERECHOS HUMANOS EN REHABILITACION PSICOSOCIAL.

                 
Michaela Amering, Presidente Comite de Derechos Humanos de WAPR.

El conocimiento que compartamos en WAPR Madrid 2018 permitirá discusiones exhaustivas para que podamos dotarnos de herramientas para un cambio real hacia una psiquiatría basada en los Derechos Humanos.

El título del XIII WAPR World Congress - 'Recuperación, Ciudadanía, Derechos Humanos; Revisar el consenso " - está bien elegido y plantea un desafío formidable para este importante congreso.

Con la nueva legislación que emana de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el informe de 2017 del Relator Especial de las Naciones Unidas -sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental- define la tarea que se avecina como " un cambio en el paradigma,  hacia sistemas de salud mental que cumplan con los requisitos".

El relator especial de la ONU y colega psiquiatra, Danius Puras, llama nuestra atención sobre el hecho de que:

  • "todos somos usuarios potenciales de los servicios de salud del metal", y que
  • "todos somos titulares de derechos'.

En consecuencia, los trabajadores de salud mental y los legisladores son garantes de obligaciones.  ¿Cómo hacemos para cumplir con nuestros deberes? El Grupo de Trabajo sobre los Derechos Humanos del WAPR ha definido la tarea específica de formular las principales consecuencias de los derechos según los artículos de la CDPD pertinentes a las tareas centrales de la rehabilitación psicosocial:

  • Artículo 19 - Vivir de forma independiente y estar incluido en la comunidad
  • Artículo 24 - Educación
  • Artículo 26 - Habilitación y rehabilitación
  • Artículo 27 - Trabajo y empleo
  • Artículo 28 - Nivel de vida adecuado y protección social
  • Artículo 29 - Participación en la vida política y pública
  • Artículo 30 - Participación en la vida cultural, la recreación, el esparcimiento y el deporte.

Además de los artículos que se centran en la investigación, la evaluación y la colaboración internacional:

  • Artículo 31 - Estadísticas y recopilación de datos
  • Artículo 32 - Cooperación internacional.

Todo ello con vista a aumentar los efectos de los derechos sobre los individuos así como sobre el nivel del sistema de salud (incluyendo los efectos de estos derechos sobre la implementación de servicios de orientación hacia la recuperación y el fortalecimiento de la conciencia de la importancia de los determinantes sociales de la salud mental).

WAPR quiere avanzar en un proceso de comprensión y participación en la configuración de los efectos de la CDPD en diferentes países e internacionalmente con respecto a las necesidades y derechos de accesibilidad y asistencia. Tal proceso se refiere especialmente también a los temas de:

  • Definición de discapacidad psicosocial
  • Definición de acomodación razonable
  • Evaluación de las necesidades de asistencia para reemplazar la evaluación del déficit actual.

Idealmente, queremos llegar a un consenso sobre las principales consecuencias del estado de derecho de la CDPD para el campo de la rehabilitación psicosocial.

Estas tareas solo pueden abordarse trabajando en asociación entre Usuarios, Cuidadores, diferentes profesionales de salud mental, abogados, activistas de derechos humanos, la OMS y el público en general y apoyando este enfoque de múltiples partes interesadas para todos los desarrollos, discusiones y decisiones en el campo de la salud mental.

Para avanzar hacia el objetivo de que los servicios de salud mental cumplan con los derechos humanos, queremos invitar a las contribuciones de Madrid relacionadas con los temas de las oportunidades y desafíos actuales más candentes para el enfoque basado en los derechos humanos en psiquiatría:

  • Vivienda inclusiva, vivienda con apoyo: la vivienda lo primero.
  • Educación apoyada.
  • Empleo apoyado.
  • Parenting apoyado.
  • Toma de decisiones con apoyo.
  • Experiencias con los derechos de calidad de la OMS.
  • Atención médica y dental para personas con discapacidades psicosociales.
  • Alternativas a la atención hospitalaria aguda, como la clínica de día aguda, tratamiento en el hogar y el tratamiento asertivo.
  • Diálogo Abierto y otros ejemplos locales como los servicios de Trieste (Italia)
  • No violencia en la atención psiquiátrica aguda y la reforma de las leyes de tutela de conformidad con la CDPD
  • Reformas de servicios forenses.
  • Participación de usuarios y cuidadores.
  • Los derechos de las mujeres y niñas con discapacidades psicosociales.            

domingo, 7 de enero de 2018

Reinventarse: el arte de la reconstrucción personal.

 
Martin Vargas, FEARP-

Crisis (del latín crisis, y este del griego κρίσις krísis): cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados (diccionario de la Real Academia Española).

La celebración en Madrid, en el próximo mes de julio, del XIII Congreso Mundial de Rehabilitación Psicosocial, coincide con una triple crisis: epistemológica, económica e intersubjetiva.

La psiquiatría enfocada en el nivel biológico de la realidad ha dado menos frutos de los esperados. La promisoria “Década del cerebro” se despidió con el cambio de milenio acreditando escasos resultados clínicos. A la vez, los estudios genéticos en psiquiatría han chocado con el ambiguo muro de la epigenética donde la causalidad mecanicista de la química se diluye en el imprevisible mundo de la vida. La psiquiatría sufre una profunda crisis epistemológica de la que son algunos síntomas la polémica DSM-V versus RDoC o la proliferación de ensayos de divulgación contrarios a la prescripción de psicofármacos. Aunque sea sólo indirectamente, la rehabilitación psicosocial, apegada a las perentorias necesidades asistenciales y sociales de las personas con trastornos mentales graves, también ha participado de esta crisis. Hiere el orgullo de la psiquiatría como ciencia, el hecho de que la esquizofrenia siga predominando en las sociedades industriales desarrolladas y en los núcleos urbanos. El humano, como ser biográfico, incluso en el estado de máxima fragilidad y sufrimiento, parece escaparse de las redes del positivismo. La psiquiatría se presenta así, en 2018, como un gigante desarmado ante su principal adversario.

La crisis económica, que en España cumple ya una década, ha ahondado las diferencias sociales y ha mermado de manera preocupante la capacidad de reacción económica y cívica de las clases medias y de las personas pobres o en riesgo de pobreza. Las personas con trastornos mentales graves han sufrido especialmente este declive socioeconómico. Más aún, uno de los principales logros de la política española contemporánea, el derecho a la protección estatal en situación de dependencia, está experimentando una involución precoz. La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia se concibió, como su enunciado proclama, para promover la autonomía de las personas en riesgo de dependencia. La ayuda económica estatal al núcleo familiar de la persona dependiente era el instrumento operativo para el ejercicio del derecho a la protección. La capitalización de la dependencia asociaba un riesgo de mercantilización que parece estarse produciendo. Las personas con trastorno mental grave son ahora un elemento, no sólo del mercado psicofarmacológico, sino también del naciente mercado sociosanitario. Si los profesionales no estamos atentos para hacer un adecuado uso del montante económico invertido por el Estado en la Ley de Dependencia, ésta puede convertirse en un riesgo “cosificante” de los pacientes, más que en un aliado de su recuperación y desarrollo personal. Sigue aún pendiente la investigación científica rigurosa de los efectos adversos de la rehabilitación psicosocial y de los aspectos diferenciales de las distintas prácticas clínicas y sociosanitarias.

Las relaciones intersubjetivas en el campo de la rehabilitación psicosocial son especialmente complejas y matizadas. Al tratarse de una relación clínica, el  marco general no puede ser otro que el de la compasión médica, que en el ámbito general de la medicina ha evolucionado desde el paternalismo hacia una relación democrática. La compasión surge de la radical intersubjetividad del humano en virtud de la cual el “yo” no es más que una de las perspectivas del núcleo dialógico “tú-yo” y el “él” no es sino una proyección del “yo”. Tal sistema “tú-yo-él” puede ser paternalista, autoritario o democrático dependiendo de los valores que lo animen. Además, en rehabilitación psicosocial el sistema relacional intersubjetivo incluye otras perspectivas junto a la propiamente médica: cognitiva, funcional, laboral, vocacional, ciudadana y de otros tipos. En el nuevo milenio esta red relacional ha experimentado cambios profundos: movimientos “en primera persona”, alianzas entre las asociaciones de familiares y la industria farmacéutica o renacimiento de la antipsiquiatría, por poner sólo algunos ejemplos. En medicina se ha evolucionado desde el paternalismo hacia la autonomía, y en rehabilitación psicosocial se ha ido aún más allá. En una suerte de experimento nietzscheano se reivindica hoy “el valor de la locura” y se sospecha del saber técnico como una forma de autoritarismo. Hasta qué punto la rehabilitación psicosocial debe ser una práctica emancipatoria, más allá del marco axiológico sanitario, está aún por consensuar.

La crisis epistemológica de la psiquiatría parece, pues, que no es más que la sombra de los profundos cambios que se están produciendo en el sistema social, económico y político implicado en los trastornos mentales potencialmente discapacitantes.

Una crisis es un cambio profundo de consecuencias importantes. Que éstas sean problemáticas o afortunadas dependerá en gran medida del rumbo que determinen los agentes implicados: pacientes, familiares, profesionales, sociedad civil y Estado. Como alternativa a la “alienación cosificante” de las personas afectadas, que podrían convertirse en meros instrumentos del mercado farmacéutico y sociosanitario, puede concebirse la esperanza de una sociedad de personas, estructurada en torno a la dignidad. La dignidad de la persona parece una buena utopía que actúe como clave de sentido. Recuperarse de un trastorno mental grave no es sólo volver a participar productivamente en la sociedad o recuperar la capacidad para una vida autónoma. Recuperarse es reconstruirse sabiéndose digno ello, de manera similar a como es digna la obra de arte, ya sea original o rehabilitada. Sería bueno que todos los agentes implicados se alineen orientados hacia esta máxima: recuperarse es el arte de reconstruir la dignidad personal. Reconstruyámonos como personas superadoras de la enfermedad, como profesionales y como agentes económicos y sociales ¡Reinventémonos en Madrid, julio del 2018!

Dr. Martín L. Vargas
Psiquiatra

FEARP